Consciencia y Salud Mental
A pocas semanas de cumplir un año en contexto pandemia mundial, pocas personas podrían afirmar que no ha afectado su vida normal, ya que para la gran mayoría de las personas el impacto social ha sido y sigue siendo profundamente conmovedor y difícil de asumir en su totalidad. Es muy posible, lo que por muchos años fue nuestro concepto de “normalidad” nunca más vuelva a serlo, y podría asimilarse a un duelo el tiempo que nos lleve aceptar e integrar esta nueva realidad, lo cual nos invita a detenernos y reflexionar respecto a ¿cómo queremos enfrentar la incertidumbre de los cambios constantes?, ¿cuáles son mis recursos personales?, ¿cómo podré potenciar mi energía? y en lo que a salud mental respecta ¿Cómo puedo hacerme cargo de mi propio bienestar?
Tal vez no existan respuestas certeras a cada situación en particular, sin embargo, reflexionar nos ayudará a abrir camino a posibles soluciones, a posibles cambios internos que nos lleven a asimilar mejor la incertidumbre que se vive en estos tiempos, bajo este contexto suena coherente preguntarse ¿Si todo cambia afuera, por qué yo no podría cambiar por dentro?, y la verdad es que la especie humana ha pasado por muchos miles de años para llegar hasta aquí, por tanto, somos el resultado un largo proceso evolutivo y ser resilientes está en nuestro ADN. Por lo tanto, encontrar el equilibrio interior se convierte en una responsabilidad personal y prioritaria, ya que nadie podría tomar consciencia por ti mismo, es una tarea intransferible y absolutamente necesaria.
Sería preciso decir que “A mayor consciencia, mayor salud”, resumiendo el profundo significado que esta pandemia nos trae como aprendizaje. Una experiencia que nos recuerda la importancia de valorar nuestra salud de forma consciente, cuidarnos de la sobreinformación y diversos estímulos a los que nos vemos enfrentados día a día por distintos canales o medios de comunicación, ante los cuales debemos aprender a filtrar, escoger y seleccionar según lo que nos resulta realmente útil y nutritivo para nuestra mente y nuestra salud. Se vuelve necesario practicar la higiene mental como una estrategia de autocuidado digna de implementar en nuestra cultura personal, familiar y planetaria, esto significa identificar y eliminar aquellos factores que entorpezcan el desarrollo psicológico sano de cada uno de nosotros.
Resulta sustancial comprender que frente a momentos de estrés y sobrepeso de información, la mente se inquieta en supuestos y pre-ocupaciones que dificultan nuestra respuesta al presente, esto resta energía valiosa y requerida para vivir conscientes y flexibles al cambio. Si no logramos interiorizar la importancia de lo que esto significa, la mente tomará tu atención dificultando una respuesta adaptativa y resiliente frente a las constantes demandas que se van generando en la vida y en esta pandemia.
Sentirnos tranquilos y en calma cuando nuestras vidas están yendo bien es relativamente fácil. La capacidad de alcanzar este estado en tiempos de incertidumbre es mucho más difícil. Pero de ninguna forma debemos ver nuestra vulnerabilidad como una debilidad, ya que es importante reconocer que tenemos la capacidad de ser resilientes frente a los cambios externos y podemos mantener la calma aun en las circunstancias más duras. Y si bien han sido tiempos difíciles para todos, hemos aprendido a valorar la vida desde otra mirada, la tendencia a reinventarse y volcar los ojos a nuestras primeras necesidades, al amor propio, nuestra familia, el bienestar, nos recuerda que lo esencial no cambia, aun cuando todo puede cambiar en el exterior. Sostener la salud mental en periodos difíciles nos recuerda que lo más importante es ser capaces de actuar de forma consciente, ser coherente con la vida que ideamos y que efectivamente lo que pensamos afecta como nos sentimos, y viceversa. Nuestras sensaciones expresan el complejo vínculo entre el pensamiento y nuestra fisiología, en pocas palabras, la mente y el cuerpo se retroalimentan, no sólo somos lo que comemos, sino que en gran medida somos lo que pensamos. Como resultado de esta compleja relación mente cuerpo, he desarrollado algunas sugerencias orientadas a favorecer tu salud mental en estos periodos.
El presente
Las culturas antiguas ya lo mencionaban, adquirir el hábito de sumergirnos en el presente regula la atención, calma la ansiedad, ayuda a nutrir vínculos de calidad. Dada las circunstancias actuales, pasar tiempo en casa puede tornarse un total aburrimiento y cuna de mal humor, por el contrario, si te anticipas y predispones a tomar este tiempo y valorar la oportunidad de hacer lo que tenías pendiente (ejemplo: reducir espacios, simplificar tu entorno), aprender algo nuevo, realizar los quehaceres, sea lo que sea, hacerlo con total presencia, tal vez te sorprendas lo distinto que puede ser la experiencia. Lo cierto que nutrir el presente Determinará tu bienestar.
Si reconoces que es complejo para ti esta experiencia, busca ayuda, conversa con alguien cercano, toma la iniciativa y llama algún familiar, todos en distintas medidas necesitamos activar nuestras redes de apoyo, y está muy bien reconocerlo.
Consciencia corporal y emocional.
Toda práctica o ejercicio que se centre en tu ritmo respiratorio puede ayudarte a calmar la mente y centrar tu atención al presente. Tal vez es una gran oportunidad para vincularte con tu cuerpo y mente desde una perspectiva más consciente. Lo que piensas importa y afecta tu estado anímico, tu estado anímico afecta tu sistema inmunológico, y así, nada es al azar, somos una maquina perfecta que merece atención y amor de calidad. En este periodo incorpora alimentos sanos que estimulen la secreción de hormonas como la serotonina. Desde casa también puedes producir y cooperar en la secreción de hormonas de la felicidad.
Los pensamientos
Calma, no todo es como piensas, el exceso de información genera tensión física y mental, pero el panorama puede ser infinitas veces mejor si intentas no controlar lo incontrolable, si prestas atención a tu presente encontraras siempre un motivo por el cual sentirte agradecida y es esta la vibración que necesitamos experimentar más conscientemente, ya que eleva nuestra frecuencia vibratoria, siendo mente y cuerpo beneficiados. Otro valioso recurso que nos llena de energía es mantener cerca la naturaleza expresada en plantas, flores, árboles o aves a los cuales podamos contemplar, esto nos permite apreciar el presente y limpiar los excesos de pensamientos.
Consciencia de salud mental Nuestra mente requiere prácticas de higiene y cuidado, es decir, es importante filtrar y escoger a qué prestaras atención, el ambiente está tan cargado de estímulos que es casi imposible omitir del todo lo que llegará a tu cerebro, pero allí es importante ser consciente y decir alto a lo que no nutre tu tranquilidad o equilibrio. Escoge bien a que prestarás atención, después de todo es tu responsabilidad, cuida a los tuyos de esta situación, niños y abuelos se ven muy afectados por esta sobrecarga de noticias que en general está cargada de negatividad y desesperanza, a esto no nos expongamos innecesariamente, hay mucha información valiosa a la cual podemos y debemos prestar atención por nuestro bienestar y el de todos quienes amamos y nos rodean. Recuerda que si tú estás bien, todo lo que nazca de ti también lo estará. Busquemos motivos para sentirnos nutridos, agradecidos y en Paz en medio de esta pandemia y tormenta de información, porque dentro de nuestro interior hay paz, hay amor, hay salud.
Romina Reuss – Psicóloga – Desarrollo Humano