Las flores de bach corresponden a un sistema de curación que consta de esencias que actúan sobre el campo energético de cada persona, desbloqueando problemas emocionales de afuera hacia adentro logrando la estabilidad interna. Cada esencia trabaja sobre una emoción en particular pero todas tienen como objetivo recuperar la armonía equilibrando el cuerpo, la mente y el alma, ya que van calmando las tristezas, las angustias y distintos estados emocionales que dificultan el día a día.
Una de las esencias más potente para el camino de la sanación de nuestra alma, es la flor llamada Estrella de Belén que nos ayuda a superar aquellas heridas o vivencias traumáticas, además, con ella logramos conseguir paz para poder procesar esa vivencia dolorosa. Por otro lado, nos encontramos con una esencia llamada Sweet Chestnut ideal para sobrellevar estados dolorosos sin que perdamos nuestra identidad, ya que nos permite ser más flexible para aceptar la transformación y el cambio de aquello que vivimos con dificultad.
El miedo es un estado emocional común en el ser humano que suele paralizar, bloquear e incluso angustiar. Sentimos miedo a perder nuestro trabajo, a que una relación termine o a veces sentimos miedo cuando tenemos que enfrentar ciertas situaciones, para ello existe una flor llamada mimulus que nos ayuda a confrontar nuestros miedos dándonos coraje y fortaleza interior.
Últimamente he sido testigo de que la autoestima no sólo es un tema importante en nosotros, sino que también es algo que hay que trabajar día a día, hay que alimentarla y darle cariño, para eso tenemos una esencia llamada Larch. Esta flor nos permite fortalecer nuestra autoestima dándonos mayor conexión con nuestra identidad, nos ayuda a valorarnos, a empoderarnos y es ideal para reencontrarnos con nuestro amor propio.
Nuestra individualidad es necesaria para decidir, para saber quienes somos y qué queremos en la vida. Sin embargo, a veces por influencia de los demás no podemos desarrollarnos como a nosotros nos gustaría, provocandonos estados emocionales complejos y de incertidumbre. Para estos casos Walnut, nos ayudará a desarrollar y potenciar aún más nuestra identidad e individualidad independientemente de lo quieran los demás para nosotros. Nos protege de las influencias externas y nos permite enfrentarnos mejor a la vida.
Todas estas esencias florales nos permiten recuperar nuestra armonía y equilibrio interno para así darle paz a nuestra alma. Además lo logran sin provocar dolor, debido a que la terapia floral es suave, cariñosa y de gran herramienta para el autoconocimiento y sanación. Cabe destacar que hay más esencias florales que pueden acompañar el proceso terapéutico y el camino de auto sanación, estas son solo algunas de las esencias que nos ayudarían de manera íntegra a armonizar nuestro mundo interior.